Liderazgo para el desarrollo de un corredor de seguros


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Liderazgo para el desarrollo de un corredor de seguros

Publicado el 10 de septiembre , 2015

El aporte de las competencias blandas en el corretaje.

Un jefe que solo se dedica a dar órdenes está condenado al fracaso. La dinámica actual requiere que desarrolle capacidades que le permitan ser un verdadero líder dentro de la empresa en la que se desenvuelve.

En los últimos lustros, la palabra “liderazgo” ha adquirido cada vez mayor importancia y, por ello, vale preguntarse qué significa realmente. “El liderazgo es la habilidad de transmitir una visión a otras personas e influir en ellas haciendo que se dirijan hacia un objetivo establecido”, explica Yury Campana, coach ejecutiva acreditada por la International Coaching Community.

Convertirse en líder es un proceso que requiere el cultivo de varias habilidades. Los especialistas en Recursos Humanos indican que los colaboradores de una empresa suelen contar con “competencias duras”, es decir, conocimientos técnicos para desarrollar labores de su especialidad. Sin embargo, en los últimos años han descubierto que, en el mundo laboral, las “competencias blandas” resultan igual o más importantes que las “competencias duras”.

“Las habilidades blandas están asociadas con la conducta, el comportamiento, nos permiten relacionarnos con las demás personas y se nutren de nuestro estado emocional”, puntualiza Campana.

Por esta razón, las competencias blandas son tan requeridas en áreas como las ventas, pues estas últimas facilitan la capacidad de relacionarse con los clientes e influir en ellos. Además, aseguran excelentes resultados, pues permiten que la persona obtenga mayor credibilidad, facilitan la creación de una red de contactos sólida y favorecen una excelente relación en el tiempo, entre otras ventajas.

También facilitan ponerse en el lugar del otro, conocer, más allá de los requerimientos técnicos, las preocupaciones de un cliente que busca asegurarse. De modo que no estás vendiendo solo una póliza, sino también un mejor proyecto de vida. Son nuevas formas de influenciar en la decisión de tus asegurados.

La empatía, la responsabilidad, la capacidad de escuchar o la creatividad son algunas de las habilidades blandas más valoradas en el mercado. “Gracias a ellas se establece una mejor relación y se genera un entorno que motiva el trabajo en equipo, también permiten enfrentar con madurez emocional los conflictos y dificultades inevitables en todo trabajo”, indica Campana.

Habilidades adquiridas

Si se desea que una organización cumpla sus objetivos es preciso contar con un equipo de trabajo cuyos integrantes hayan desarrollado un adecuado balance entre sus conocimientos prácticos y sus capacidades blandas.

Para llegar a esa situación, el líder deberá ser capaz de motivar la adquisición de dichas habilidades en sus colaboradores. “Una alternativa es llevar a cabo sesiones individuales de coaching. Para eso es necesario que el jefe haya desarrollado competencias de coach”, advierte Campana. Es decir, que sea capaz de convertirse en una especie de entrenador que explote lo mejor de cada colaborador.

Otra opción es “capacitar a los colaboradores mediante un programa dirigido por un experto en el tema. Ese especialista puede ser un ejecutivo de la empresa o un instructor de alguna de las muchas instituciones que brindan cursos de coaching”, comenta Campana.

Pero eso no es todo. “El líder puede definir las competencias blandas requeridas para cada posición, realizar una evaluación integral para determinar el nivel de mejora requerido, comprometer al personal con su desarrollo profesional, y, por último, premiar y reconocer los avances”, indica Campana.

De esta manera, dentro de tu propia empresa de corretaje puedes buscar los mejores atributos de tus colaboradores y exhortarlos, mediante capacitaciones direccionadas, a explotar cada uno de sus puntos fuertes. No olvides que el liderazgo no es solo cuestión de jerarquías. Es posible ser un líder desde cualquier posición de una compañía. Basta tener capacidad de influencia en las personas del entorno y utilizarla en la dirección que la empresa necesite.

Incentivar que cada integrante de un equipo de trabajo cultive sus habilidades blandas y se convierta en líder desde la posición que ocupa, facilitará el desarrollo de la empresa. Recuerda el consejo de John Maxwell, gurú en liderazgo y autor de best sellers como Las 21 leyes irrefutables del liderazgo, “para añadir crecimiento, dirija seguidores; para multiplicarse, dirija líderes”.